martes, 7 de abril de 2015

Ruta: Arrieros somos y .....

     Domingo cinco de abril, día de “resaca” después de “tanta jarana en la festividad de  semana santa”; seis caballeros veleños nos  concentramos en el habitual punto de encuentro, para afrontar una  nueva etapa; más  otros dos guerreros, que ya nos aguardan por los territorios de Mejorada. Con las burricletas  bien dispuestas y preparadas para “la contienda arriera”, después de pactar y comentar la idea rutera, nos vamos a explorar y reconocer trochas  y senderos arrieros.

     Iniciamos la jornada con la brújula enfocada hacia “la vasta cañada”; con paso en “modo relajado” de todo un poco vamos hablando, mientras el extenso “Baldío” vamos oteando. Atrás dejamos el camino de los huertos, cuando “Maese Arriero” nos abre las puertas de su fantasioso –e inédito-  sendero; veredas estrechas atravesando los calmados cerretes, de piedras sembrados , tomillos, retamas floridas  y acicaladas  encinas, animan a la “expectante cuadrilla”; hasta  Goyo “El Coloso” y “El Maca” se apean a buscar “criadillas”. Aunque parezca mentira, avistamos un ejército de alineados pinos, también nos enfrentamos a algún “repechillo” y bien “sincronizados” los “esperados” van llegando, mientras los demás nos agrupamos; Gabriel "Lamparillas" tiene que fichar pronto en casa y se retira. Desde aquí, nos adentramos en “la senda fantasía”,  un mosaico de colores, desfilan  por el rincón reposado, magia transparente  y destellos de luz, floreciendo en este prodigioso cuento de ficción. Más adelante, con éxito atravesamos el resguardado río, enmarcado en una verdosa postal;  abrimos las porteras pertinentes de la tranquila granja,  la imponente dehesa nos acoge y “El Gran Maestre”, ante la manada de ¿bravíos astados?  toma  el mando y  da un paso al frente; también nos entretenemos con los abundantes espárragos, mientras por los  tramos agrietados el camino se va empinando. Holgadas callejas de jaras,  presumiendo con sus floridos trajes de gala  y Antonio Medina, nos comenta “que somos privilegiados al poder disfrutar estas maravillas”; viramos hacia el camino “parrillano” y en el alto,  paramos a repostar. Momentos distendidos, bromas “y ya va siendo  hora de las piernas enseñar”, también degustamos “algún bocado”, dulces, fruta fresca y pasas para la andorga llenar.



      












































     Reemprendemos la etapa, “la senda del cordelillo” de bajada, ¿qué comentar que no se haya dicho ya?; un paraíso donde anida el silencio, donde la tranquilidad a raudales mana y desde el trono enaltecido la utópica belleza nos contempla;  planeamos por la marcada vereda, en nuestro paso serpenteante, pasadizos entre las encinas escondidos, “las barbas de viejo” aseando la prolija postal, charcos embarrados que tenemos que cruzar andando, trechos dónde “los marranos” han hozado y los “canchales de piedra” para hacer más ameno el idílico camino. Volvemos a cruzar  el  rebajado “torrente” y otra vez, la frase más escuchada, “¿dónde está el Laureado  Maestro?”. Nos volvemos a agrupar,  -“todos salís a montar, hasta Ilde hace spinning…”  “y  tú,   le das  al “Gin-Tonning” – Diego “Sin Miedo” le comenta- Más risas y comentarios varios, al final le dejamos atado al tronco del espigado chopo. Salimos del relajado trance y ahora para “rematar la faena”,  la “Mataburros”  tenemos de frente; retamos a las desafiantes pendientes –cada uno como puede-. Por la alargada cuesta, vamos perdiendo unidades ( Goyo, Domingo y JoseMa “a casa se marchan”) en  el último tramo, “por todos conocidos” y a estas horas “ ya se puede hacer muy sufrido”; de uno en uno vamos coronando el repecho más pronunciado, nos despedimos de la pareja talaverana….y ¡¡¡hacia El Bonal nos vamos de parranda!!!!Me acompaña Roberto “El Bueno”, a nuestro paso, la angosta y extendida senda, entre cercados de  piedras,  encarcelada, tramos divertidos para todos los invitados  y los  escalones deformes, para los más exquisitos ¿estaremos cerca del quinto paraíso? Nos adentramos en territorio veleño, por  “el cerro de la cocinilla”, continuos subes y bajas, más piedras descolocadas, el tomillar enano  y una tropa de chaparras,  custodiando la sosegada panorámica; nos recreamos por las trochas elegidas y en un “topabajo” para el pueblo, damos la jornada por concluida.  

 










   







  



































     En definitiva, ruta circular de 50 kilómetros, los principales caminos transitados han sido; Cañada  Real Leonesa Occidental, Camino de los Huertos, Sendero del Arriero, Camino de Talavera a Montesclaros, Camino de Montesclaros a Parrillas, Senda del Cordelillo, Camino de La Herrería (Mataburras), Camino de Mejorada a Velada; Sendero  del Bonal, Sendas de la Cocinilla, Vereda de Los Lobos, Senda del Canto del Cuervo, Camino de Mejorada a Velada.

      Pd: Diego, Roberto, muchas gracias por vuestra aportación fotográfica (9) y el perfil de la ruta.


      Buen día…….SALUD.



      “mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

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